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Descubriendo las diferencias clave en las etiquetas de los lácteos

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    A partir del 22 de enero, los cartones y envases de los productos lácteos han experimentado un pequeño cambio: ahora es obligatorio indicar el país de origen y de transformación de la leche utilizada como ingrediente. Anteriormente, esta información era voluntaria. La nueva normativa sobre etiquetado, regulada por el Real Decreto 1181/2018, establece que esta información sea obligatoria para los alimentos que contengan más del 50% de leche en peso en comparación con los demás ingredientes. Sin embargo, los productos amparados bajo una denominación de origen están exentos de esta obligación, ya que ya indican el origen en su etiquetado especial. Además, la normativa solo afecta a los productos lácteos elaborados y comercializados en España.

    Beneficios para el consumidor y los productores

    La Organización Interprofesional Láctea (InLac), que engloba a todo el sector lácteo de España, ha valorado positivamente este cambio, ya que brinda al consumidor una mayor tranquilidad sobre el origen del producto y facilita su derecho a elegir. Además, esta nueva normativa podría tener ventajas para los productores. Según InLac, la mejora en la identificación del origen podría aumentar las ventas de leche, que han experimentado una disminución del 2% en los últimos años en España. Esto se debe a que los consumidores tienen una mejor percepción de la calidad y prefieren elegir lácteos de origen nacional. Así, además de poder elegir entre diferentes tipos de leche, por ejemplo, también podrán optar por aquellas elaboradas por productores locales, un aspecto en el cual BM Supermercados siempre ha hecho hincapié.

    ¿Qué productos se ven afectados?

    La nueva normativa abarca tanto la leche y la nata como sus derivados, como el yogur, kéfir, lactosuero, mantequilla, queso y requesón.

    Claves del nuevo etiquetado

    A partir de ahora, los lácteos deben indicar el origen cerca de los ingredientes, utilizando la misma tipografía, tamaño y color. La información que deben incluir es la siguiente:

    • País de ordeño de la leche.
    • País de transformación de la leche.
    • Origen de la leche (solo cuando el lugar de origen y transformación sea el mismo).

    Las referencias a los lugares pueden ser las siguientes:

    • Nombre del Estado(s) miembro(s) o de terceros países.
    • UE.
    • Fuera de la UE.
    • UE y fuera de la UE.
    • España (los productores pueden añadir información más precisa sobre el origen de forma voluntaria, como la región o territorio de procedencia).

    Mayor transparencia y elección para los consumidores

    Esta nueva normativa sobre etiquetado de lácteos proporciona a los consumidores una mayor transparencia y les permite tomar decisiones informadas sobre los productos que eligen comprar. Ahora podrán saber de dónde proviene la leche utilizada en los lácteos y decidir si prefieren apoyar a los productores locales o elegir productos de origen nacional.

    En resumen, la nueva normativa sobre el etiquetado de lácteos en España ha dado mayor importancia al origen de la leche utilizada como ingrediente. Esto beneficia tanto a los consumidores, que tienen garantizada una mayor transparencia y elección, como a los productores, que podrían experimentar un aumento en las ventas al ofrecer lácteos de origen nacional.