El estilo colonial es una fusión entre Oriente y Occidente, que evoca un ambiente mestizo y exótico propio de las colonias. Este estilo decorativo combina elementos característicos de España, Francia, África y algunos países latinoamericanos, creando una estética armónica y relajante que nos transporta a lugares lejanos y evoca el espíritu de Memorias de África.
A diferencia del estilo rústico, el estilo colonial se caracteriza por su simplicidad de líneas y su presencia de grandes plantas y vegetación. Se utiliza una variedad de maderas tropicales como el teka, el iroco y el bambú, que aportan calidez y exotismo al ambiente. Los colores predominantes son cálidos y claros, como el beige, los blancos y los tonos amarillentos, que crean una atmósfera suave y poco contrastada.
La ornamentación en el estilo colonial se inspira en estéticas étnicas, como máscaras, tallas de madera y marfil, que aportan un toque de autenticidad y exotismo al espacio. El mobiliario, de líneas simples y piezas grandes, está elaborado con materiales naturales como cañas de bambú, algas, mimbre, cuerda y rattan. Además, muchas de estas piezas están concebidas para su utilización tanto en espacios interiores como exteriores, ya que en las colonias las puertas suelen estar siempre abiertas.
Los techos a dos aguas con vigas de madera a la vista son otra característica distintiva del estilo colonial. Estos techos altos y las paredes en tonos claros, como el blanco y el beige, crean una sensación de amplitud y luminosidad en el espacio. Los textiles utilizados son ligeros, frescos y naturales, como el lino y el algodón, con estampados florales que evocan la naturaleza y la belleza de los paisajes tropicales.
En cuanto a los suelos, suelen ser de madera y se complementan con grandes alfombras y esterillas naturales o de piel animal. Las camas, en muchas ocasiones, cuentan con doseles y mosquiteras, que añaden un toque romántico y evocador al ambiente.
La vegetación juega un papel fundamental en el estilo colonial, ya que ayuda a recrear la sensación de estar en un entorno natural. Se utilizan plantas altas, grandes y frondosas, como las palmeras, que evocan la exuberancia de la selva. Además, la luz natural es otro elemento clave en este estilo, gracias a los grandes ventanales que conectan el interior con el exterior.
En resumen, el estilo colonial es evocador y armónico, transportándonos a lugares lejanos y haciéndonos soñar con momentos de ocio y relax. Si quieres conocer en detalle este y otros estilos decorativos, te invitamos a descubrir nuestro curso de estilos decorativos, donde podrás aprender sobre 45 estilos diferentes de decoración de interiores y convertirte en un experto en la materia.
¡Esperamos que este artículo haya sido de tu interés y te haya inspirado a explorar el estilo colonial en tus espacios! Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en dejarnos tu mensaje. ¡Hasta la próxima!